Todos queremos que nuestro emprendimiento vaya bien, es obvio. De las primeras cosas que hacemos una vez lo inauguramos o estamos preparando el lanzamiento es abrir una cuenta en las redes sociales.
El objetivo al abrir una cuenta en una red social es poder llegar a las personas, hacer que estas conozcan lo que ofrecemos y luego conseguir que adquieran nuestros productos o servicios. Esto está muy bien, pero resulta que muchas veces no realizamos conversiones (ventas o contrataciones) porque no llevamos al cliente de la mano hasta el final en el proceso de compra. ¿Dónde puede estar el fallo?
Quiero presentarte un concepto que a mí me ha ayudado a comprender el uso que le debo dar a las redes sociales y responde a la pregunta de si son las redes suficientes en la estrategia de marketing y comunicación en mi emprendimiento (y en el de los demás).
¿Qué papel juegan las redes sociales? ¿Se trata todo de abrir una cuenta, publicar y esperar que venga la gente? Tenemos que entender que hay dos formas de ver las redes para poder considerar si son suficientes. Todo reside en si las vemos como un fin o como un medio.
Las redes sociales como un fin
Cuando hablamos de ver las redes sociales como fin hablamos de pensar en estas como el lugar final al que queremos llevar a nuestro potencial cliente para que este realice la conversión, es decir, compre nuestro producto o contrate nuestro servicio.
En el proceso de cautivar, convencer y vender primero tenemos que seducir a nuestro potencial cliente y luego, una vez lo hayamos convenido de comprar nuestro producto o contratarnos, ponerle todo muy fácil para que lo haga.
Si creemos que las redes sociales son un fin en sí mismas en nuestra estrategia de marketing estaremos intentando que cumplan las tres acciones que hemos mencionado, la de cautivar, la de convencer y convertir.
Cautivar
En la etapa de cautivar no tendremos prácticamente ningún problema, ya que de una manera más o menos factible podremos llamar la atención del potencial cliente sin complicaciones. Actualmente tenemos a Instagram como red social predominante y si hacemos un trabajo algo constante y con buena presencia, podemos llamar la atención.
Convencer
En la etapa de convencer ya se nos puede poner la cosa cuesta arriba, ya que en Instagram por muy bien que lo hagamos se nos puede quedar bastante corto para que el potencial cliente conozca completamente quiénes somos y qué ofrecemos. Sí, podemos hacer uso de la descripción en el perfil y podemos poner buenas descripciones en las fotos al igual que en las stories, pero no hay una manera eficiente de presentar todo nuestro emprendimiento como deberíamos hacerlo.
Si somos por ejemplo una tienda de ropa y queremos comunicar quiénes somos, las ofertas, las diferentes categorías de producto que tenemos, la ropa de temporada, lo recién llegado, etc. Se nos complicaría mucho hacerlo bien por Instagram (por ejemplo), ya que si publicamos nunca hay un orden categorizado, y el cliente no podrá navegar con facilidad sabiendo donde está cada sección de prensas.
También podemos hacer uso de las stories y anclarlas en el perfil. Puede ser una solución parcial, pero de todas formas a la hora de convencer lo podemos hacer a medias.
Convertir
En la etapa de convertir estamos arrastrando ya un lastre de la etapa anterior. En esta última parte del proceso tenemos que optimizar todo para que nuestro potencial cliente por fin nos compre o nos contacte. Si bien Instagram está empezando a implementar un proceso de compra dentro de la app, estaremos ofreciendo el mismo proceso de compra que cualquier otro negocio (¡Incluso de nuestra competencia!), por lo que no nos podremos diferenciar.
El resto de redes sociales no permiten hacer compras dentro de ellas, por lo que ya vemos que en esta última etapa ver las redes sociales como un fin no es lo mejor. Pero vamos a conocer una alternativa mejor.
Las redes sociales como un medio
¿Y si las redes sociales cumplen una función específica pero vital? ¿Y si no les estamos sacando todo el potencial que realmente tienen?
Al ver las redes sociales como un medio y no como un fin hacemos que estas cumplan una función concreta ,pudiendo ser así óptimas en su uso.
Cautivar
Quiero ponerte un ejemplo que quizá pueda ayudar a comprender esto:
Ahora quizá no es tan habitual, pero hace no mucho era común encontrarse a gente por la calle que repartía flyers (volantes) sobre un negocio (el cual estaba cerca o a la vuelta de la esquina). Estas personas contratadas por el negocio se dedicaba a buscar a gente por la calle que creía que podría ser un potencial cliente, le entregaba el flyer presentándose brevemente e indicaba dónde estaba ubicado el negocio. Una vez el cliente iba al negocio podía ver de manera completa todo sobre el mismo: Quiénes son, qué ofrecen y comprar.
Imagínate por un momento que estás en el lugar de la persona que recibe el flyer, y justo al recibirlo de la persona del negocio que está en la calle en lugar de indicarte dónde está el negocio te pregunta si quieres saber algo en especial sobre el negocio y de paso comprar algo ahí mismo, ya que ha traído algún que otro producto en su mochila y lo puede vender. ¿No sería muy raro? ¡Claro que es raro! En este ejemplo la persona está intentando cautivar, convencer y vender. Sin embargo, en el ejemplo anterior esta se centraba solo en cautivar, y de convencer y vender se encargaba el negocio.
¿Qué hacemos entonces? Ver las redes sociales como un medio nos permite sacarles el máximo provecho, ya que la función que ejercerán será la de cautivar. Una vez hayamos atraído al potencial cliente lo podemos llevar de la mano al lugar donde realizaremos el convencimiento y la conversión.
Convencer
El mejor lugar donde el cliente nos puede conocer y donde le podemos convencer es en nuestra página web. En ella tenemos un espacio exclusivo, diseñado por nosotros, que refleja y expone quiénes somos y qué ofrecemos.
Son muchísimas las ventajas de tener una página web, pero en este caso vemos que una de ellas es que en nuestra web el cliente podrá conocernos todo cuanto quiera, de una manera completa. Tendremos un espacio personalizado para mostrar lo que ofrecemos, un lugar único donde sabrá quiénes somos, nuestros valores, lo que ofrecemos, etc. Y cada elemento podrá estar en un lugar que ayude al cliente a llevarlo al final del proceso.
En este caso a diferencia de tener solo Instagram sí que tenemos un espacio propio, no solamente en cuanto a imagen sino también a la hora de mostrar todo, absolutamente todo.
Depende de qué sea lo que ofreces puedes tener un lugar diseñado específicamente para el tipo de público al que te diriges. Esto te permitirá presentarte a ti y lo que ofreces de una manera que sabes que le va a gustar a tu cliente.
Convertir
¿Esto en qué se traduce? En más conversiones.
En cuanto a la conversión entonces como hemos dicho lo tenemos muy fácil. Por un lado en nuestra web el cliente vivirá una experiencia exclusivamente preparada para él, en la que le acabaremos de convencer.
Con todo encarrilado hacia a la conversión qué mejor que facilitárselo lo máximo posible. Depende de lo que ofrezcamos prepararemos una pasarela hacia la conversión que sabemos que nuestro cliente disfrutará.
Si tenemos un comercio podemos tener un carrito de compra donde realizar la venta, podemos tomar pedidos si preferimos no vender online, podemos recibir correos electrónicos mediante un formulario de contacto si ofrecemos servicio, e incluso pueden escribirnos a nuestro WhatsApp directamente si así lo deseamos.
Literalmente no hay límites si tenemos un espacio propio, y este espacio nos lo proporciona la página web.
Conclusiones
Hemos visto que hay dos maneras de concebir las redes sociales, como un fin en sí mismo o como un medio en el que llevan a nuestro cliente hacia el lugar donde le acabaremos de convencer y donde realizará la conversión, que será nuestra propia web.
Como ya sabes, estoy especializado en crear páginas webs de calidad, modernas y únicas, por lo que estaré encantado de ayudarte con tu proyecto. Para ello, solo tienes que contactar conmigo. Estaré encantado de ayudarte.